Vuelven la reviews de Dragon Ball Super con el capítulo 67, titulado ¡Con nueva esperanza en nuestros corazones! Adiós Trunks, que se emitió el pasado 20 de noviembre de 2016. Se recuerda a los lectores que en la review se desvelan elementos del argumento del capítulo, por lo que si eres curioso o bien quieres comparar opiniones puedes seguir leyendo.
Aparentemente Zamasu había sido derrotado a manos de Trunks, pero el Dios resurge en forma de mosaico con su cara envolviendo el cielo de todo el planeta, eliminando toda forma de vida, excepto la de nuestros protagonistas y allegados, claro. Los saiyans poco pueden hacer frente a esta amenaza. Hasta que a Gokuh se le ocurre utilizar el comunicador que le dio Zeno para reunirse con el Zeno de esta época.
El ser más poderoso del universo de Dragon Ball decide destruir el mundo, Zamasu incluido, gracias a la sugerencia de Gokuh, huyendo previamente en la máquina del tiempo los supervivientes a la época de nuestra historia principal.
Ya en el presente, acuden Bills, Whiss, Gowasu y Kaioh Shin para debatir qué van a hacer a continuación. Finalmente, deciden recoger al Zeno del futuro y llevárselo al del presente para que esté entretenido y tenga alguien con quien jugar.
En la cena, Wish propone viajar él al futuro de antes de que desapareciera Bills para convencer a éste de que elimine a Zamasu y así salvar esa línea temporal para que puedan irse a vivir allí Trunks y Mai, a sabiendas que ya habrá allí otra versión de ellos. Trunks y Mai parten hacia su nueva época despidiéndose emotivamente de todo el grupo, Gohan incluido.
Cerramos una saga que ha tenido sus altibajos con un episodio en el que los guionistas vuelven a jugar una vez más con las infinitas posibilidades que les ofrecen las historias de viajes espacio temporales. En mi opinión, se han metido en un berenjenal del que no sabían muy bien como salir y han optado por montar triquiñuelas e inventarse recursos obviando escalas de poder o recurriendo a contradicciones espacio-temporales. Sí, todas estas triquiñuelas les permite cerrar este arco, pero al espectador, un poco avispado se les ha faltado el respeto continuamente.